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martes, 29 de julio de 2014

Nick Drake "Five leaves left"




El status de artista de culto de que goza el gran Nick Drake quizás sorprenda a muchos, pero principalmente sorprendería al mismísimo Drake, quien en vida sacó 3 álbumes, vendió casi nada, actuó menos y dejó tan solo una entrevista.
Y lo sorprendería mucho en realidad, porque Nick Drake lo pasó mal. Muy mal.  Porque durante su breve carrera, a Nick Drake no lo escuchó ni Dios. Y sería esa sensación de hastío y fracaso la que empujaría al artista a tomar la última decisión. Porque Nick Drake es el artista por excelencia de la soledad autoimpuesta. Pero él iba en serio. Lo suyo va directamente a paralizar al corazón, a desangrarlo. Hay muchos y grandes artistas que aspiraron a rozar sus límites, pero ninguno se acercó siquiera cerca a Nick Drake.
En esta época, Nick Drake estaba exultante. Joe Boyd lo había descubierto y sus canciones por fin saldrían al público. La escena era la ideal: el folk inglés reinaba, eran los buenos tiempos de Fairport Convention, de Pentagle o The Incredible String Band. Y de esos súper grupos llegaron Richard y Danny Thompson a darle a las canciones de Nick Drake el sonido y el acabado que se merecían.
“Five Leaves Left” es el disco más luminoso de Nick Drake, si es que un disco de Nick Drake se puede definir así. Los arreglos de “Fruit Tree” y “Cello Song” son demasiado bellos para ser compuestos por un ser torturado; “River Man” es la canción estrella del disco;  “The thoughts of Mary Jean” es un auténtico viaje a la campiña; “Day is done” es la melodía perfecta para un atardecer solitario y “Way to blue” anuncia lo que vendrá en el futuro musical de Nick Drake, en sus oleadas de cuerdas superpuestas… y en su extrema tristeza.
El hecho que resultó decisivo y que terminaría antes de empezar la carrera de Nick Drake fue su temor y  rechazo a dar conciertos. En una época dónde el artista debía dejar la piel en los escenarios como único medio de subsistencia y promoción, Drake, sencillamente, rehusó dar directos, por el miedo escénico y lo mal que lo pasaba. La durísima competencia (Leonard Cohen, Bob Dylan, Van Morrison, Cat Stevens, Tim Buckley, Paul Simon, etc.) haría el resto.
Nick Drake no se amilanó ante la falta de éxito de “Five Leaves Left”: simplemente, lo volvería a intentar con “Bryter Layter”, su disco de clara orientación jazzística. Luego, ya derrotado, grabaría su particular canto del cisne con “Pink Moon”. Nada demoraría en morir.