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martes, 29 de julio de 2014

Felt "Ignite the seven cannons"

10 discos y 10 singles en 10 años. Un verdadero plan maestro para cualquier músico de peso. Excepto para uno. Y a la vista de los hechos, solo hubo algo que le fue esquivo a Felt: el caprichoso éxito.
Porque Felt, liderado por Lawrence Hayward mereció más. Mucho más. La calidad de su música estaba muy por sobre el común de los mortales. Pero un listón tan alto trajo consigo grandes dosis de ego que nunca caen bien. Y entre idas y vueltas, aciertos más, aciertos menos, la más norteamericana de las bandas británicas dejó pasar su oportunidad para perderse en el tiempo… ¿O no tanto?
En 1985, Felt editó “Ignite the seven cannons”, producido por Robin Guthrie de Cocteau Twins. La amistad entre estas bandas era famosa, ya que Felt no era del público masivo hasta que Guthrie lo invitó como teloneros de sus recitales. Para tanto daría, que cuando Guthrie pidió producirle su 4° álbum, el irascible Lawrence accedió. Maurice Deebank, la otra parte pensante en Felt, no tanto.
Y es que este álbum no es el mejor de Felt: no tiene el ensueño de “The splendour of fear”, la grandeza de “Me and a monkey on the moon”, o la majestuosidad de “Forever breathes the lonely word”. A pesar de carecer de muchas de las cualidades que hacían enorme a Felt…Es así de bueno de todas maneras.
“My darkest light will shine” y “The day the rain come down” son piezas pop perfectas que subliman el concepto de art-band que empuñó Felt. Guitarras elegantes, que suben y se elevan a gusto del oyente, todo dentro de un ritmo preciso, perfecto. “Scarlet servants” escala un nivel más el calibre del disco y “Elegance of an only dream” rescata a Deebank en estado puro. ¿Falta algo? “Primitive painters”, la mejor canción compuesta jamás por Felt, una de las mejores de los 80 y que cuenta con la preciosa voz de Elizabeth Frasier en algunas tomas vocales.
Entonces, si eran tan buenos ¿Por qué Felt desapareció entre brumas? Los dardos siempre apuntaron al difícil carácter de Lawrence Hayward, a su desmedida afición por la limpieza (“Nunca he sudado. Ni una vez”), sus diatribas alimenticias (“Jamás he comido un vegetal en mi vida”) o su relación con la prensa (“He rehusado conocer los asuntos del mundo. No me interesan lo más mínimo”). Después de “Ignite…”, Deebank desertó y Lawrence se aliaría con Martin Duffy (Primal Scream) para seguir la vía inglesa a Television. ¿Fracasaron? Quizás no. Después de todo, varias bandas, entre ellas Belle and Sebastian, Pulp o los mismos Primal Scream le darían trascendencia (y algo de cursilería) al método Felt ¡y triunfaron! Así es la vida…