Vistas de página en total

sábado, 2 de agosto de 2014

Jeff Buckley "Grace"



La historia es conocida: Jeff Buckley formaba parte tanto del grito del grunge como de los susurros del rock alternativo. Auguraba un futuro brillante tras la publicación de su impresionante disco debut “Grace”, repleto de canciones como soles y entonadas con su milagroso registro. Pero el futuro brillante no llegó. El 29 de mayo de 1997, Jeff Buckley desaparecía en el Río Wolf, en Tennessee; su cuerpo sin vida fue encontrado tres días después.
La temprana muerte de Buckley hizo que el culto hacia su música se disparara. Posteriormente, aparecerían en el mercado variado material inédito que servirían para reafirmar el mito del joven artista que partió demasiado pronto y dejando un bonito cadáver.
Pero más allá de ese culto, lo que dejó Buckley tras de sí (tal como en el caso de Elliott Smith o Nick Drake) fueron cuotas reales de talento puro. “Grace” es uno de esos raros álbumes debut que te golpean e impactan. La temblorosa voz de Buckley alcanzaba cualquier nota, sobradísimo, y transportaba  al oyente a viajes enloquecidos, lleno de cumbres, profundos precipicios  y de sueños cargados de visiones delirantes.
¿Y las canciones?… ¡Qué canciones!...Las versiones de “Lilac wine” de Nina Simone y en especial “Hallelujah” de Leonard Cohen superan por mucho a las originales; “Grace” te deja sin aliento y provoca escalofríos de principio a fin; “Last goodbye” es triste hasta extremos insoportables y “Love, you should´ve come over” es un verdadero viaje al interior de un corazón destrozado; En “Corpus Christi Carol”, Buckley hace lo que quiere con su magnífico torrente vocal de tenor con lírica perfecta; Por citar solo algunas, ya que las demás canciones que componen este debut insultantemente maduro no solo mantienen en alto el listón de calidad, sino que lo suben a excelente.
Quizás pueda sonar demasiado para el oyente casual: pero el drama extremo fue la esencia del arte de Jeff Buckley.