Los
soundtracks suelen proporcionar gratos momentos al oyente, además de servir
como un recordatorio permanente del filme al que pertenecen; Y si bien cuesta
(y bastante) hacer un soundtrack de calidad, que respete las visiones
artísticas tanto de los músicos y de los cineastas, cuando cuadran ambas
ambiciones, los resultados pueden llegar a ser grandiosos.
“Hasta
el fin del mundo” es una de las grandes películas firmadas por el Director
Alemán Wim Wenders; Una historia gigantesca para un film fenomenal… y un
soundtrack que está más que a la altura, que vence y convence a lo largo de sus
69 minutos de duración.
Talking
Heads sacan de su neoyorquina manga de trucos el estupendo “Sax and violins”,
un tema inmejorable que anuncia lo que vendrá; La escucha solo mejora cuando la
veterana, pero en ningún caso vieja, Julee Cruise ataca el clásico del Rey
“Summer kisses, Winter tears”, alzando el listón de calidad de un sopetón;
Neneh Cherry no luce, pero se defiende con bastante dignidad con “Move with
me”, no eleva el listón, pero en ningún caso lo baja; Crime & the city
solution brilla con intensidad, con “The adversary”, uno de los cortes más
fácilmente reconocibles en el filme; Otro neoyorquino, Lou Reed, le imprime su
toque de calidad con “What´s good”; La gloria alemana, los inigualables Can,
vuelven a poner muy en alto la calidad de este OST con “Last night sleep” y sus
matemáticas aplicadas al ritmo; REM conserva las cosas en buen pie, con su
magnífico “Fretless”; Elvis Costello no luce como debiera brillar alguien de su
calibre, pero Nick Cave sí respeta su currículum, haciendo lo que mejor sabe
hacer y firmando “Til the end of the world”, quizás lo mejor del soundtrack;
Patti y Fred Smith vuelven a darle los aires de la Gran Manzana con “It takes
time”, y Depeche Mode imprimen su sello con “Death´s door”; Los temas finales
de este OST, de Jean Siberry y JD Lang, de T-Bone Burnett, el de Daniel Lanois
y de los irlandeses U2 complementan el alto vuelo de este disco perfecto. Hay
que agregar que la música incidental que completa este soundtrack no tiene
desperdicio: David Darling y Graeme Revell, con sus aportes, vuelven a subir el
listón hasta lograr un perfecto pocas veces obtenido con tanta claridad y
justicia.
En
definitiva, “Hasta el fin del mundo” una película que conviene escuchar, porque
es mucho más que música para ver.