Corría 1968: los buenos hippies fumaban por la paz mundial y todavía se respiraba el aroma del Verano del Amor…Pero Vietnam entraba en una fase crítica y en los Estados Unidos iba a arreciar la dura lucha por los derechos civiles; En medio de ese bárbaro quilombo, un grupo llamado MC5 encontró el caldo de cultivo ideal para iniciar su ofensiva y conquistar por asalto el mundo. Fue así que, espoleados por su fama de rockeros puros y duros y después de una memorable temporada de destructivos conciertos en su natal Detroit, en el sello Elektra decidieron darle la oportunidad de pasar por estudio a Wayne Kramer y su pandilla de compinches Motor City Five.
No
se cortaron ni un pelo. La salvaje y poderosa presentación de Rob Tyner para
“Ramblin´rose” ya nos prepara para lo
que se viene; “Kick out the jams”, el
tema más conocido de MC5 comienza rajando de entrada al oyente; “Motor City is
burning” tiene el nombre exacto para ser llamado declaración de principios;
“Come together” es furia revolucionaria y “Borderline” es pólvora pura y
banderas en llamas.
Con
el paso del tiempo, en Elektra la vieron clara, y en Atlantic también. No bien
cumplieron sus compromisos contractuales, los mandaron a volar sin más.
Lester
Bangs, el legendario gurú y comentarista del rock, comentó que MC5 sonaba
“prepotente y aburrido” y en una fiesta casi convenció a Wayne Kramer de que
era cierto. Sin embargo, tras la mala crítica, la pésima prensa y las nulas
ventas, el fin de MC5 fue en realidad el comienzo de la historia de MC5.
El
caos glorioso y el desmadre musical creado por la furiosa pandilla de Kramer
resultó definitiva para que, algunos años más tarde, muchos grupos le debieran
no solo el sonido, sino que sus vidas. Porque si MC5 era el más poderoso
conglomerado de influencias que se
hubiera visto (Desde Mc Coy Tyner a Los Stones, de Little Richard a The Troggs,
de The Sonics a Cream), el legado que dejó fue igual de potente, partiendo por
el mismísimo Punk y hasta llegar al Grunge.
No
en vano MC5 fue reconocido y reivindicado por gente tan importante como Ramones, Sex Pistols, The Clash o Iggy Pop
& The Stooges hasta Nirvana, Alice in Chains o el discurso social de Eddie
Vedder y Pearl Jam.
Si
para ser leyenda en música, el mundo debe oírte a través de los instrumentos de
otros, MC5 llegó sobrado a la inmortalidad. Y aunque la revolución anunciada
nunca llegó, el sonido de MC5 estará siempre allí, para cuando el mundo
necesite una banda de sonido original para el estallido definitivo.